Mi amiga Luisa me enseñó esta receta y está tan rica que no puedo esperar a que enfríe y tomarme un trozo (o tres). Estos son los ingredientes:

• 6 huevos
• 1 kg de calabaza cocida, escurrida y fría
• 1 lata de leche condensada (395 gramos. Usaremos el bote para medir los siguientes ingredientes:
• 1 medida de bote de azúcar
• 1 medida de bote de aceite de girasol
• 1 medida de bote de harina
• 1 sobre de levadura química
• Una pizca de azúcar

Simplemente usaremos una batidora para batir todos esos ingredientes.

La cantidad de masa que sale es bastante grande, así que yo usé dos moldes de silicona, más o menos de 24 cm. Los unté con aceite de girasol y les puse un poco de harina. Para la versión clásica de la tarta, simplemente rellené el mode:

Y en la otra mitad de la masa voy a añadir todo tipo de esprecias “dulces”: canela, jengibre, clavo molido, cardamomo molido y vainilla. Mi botellita de extracto de vainilla casero contiene un montón de vainas y vodka y lleva reposando meses. Es un truco que aprendí de Claire Saffitz.

Va llegando el momento de rellenar esa botellita!

Este es el segundo molde, siendo rellenado con la versión especiada:

A continuación, los metemos en horno precalentado a 180 ºC y los horneamos durante más o menos 35 minutos. Esta es la versión clásica:

Y esta es la versión especiada:

Ahora llega la parte más difícil: dejar que enfríen esas tartas de calabaza antes de empezarlas! Su sabor es dulce, cálido y reconfortante. Muy otoñal.